domingo, 13 de octubre de 2013

*ruidos estrepitosos para aclararse la garganta y...*

Ante todo, buenas noches, tardes o días. Quiero decir un par de cosas, espero que os haya gustado esta parte de mi "libro" o intento de este, pero he de deciros que a partir de ahora dejaré de subir capitulos enteros, cuando el libro esté entero, si de verdad queréis podréis leerlo. Y que sepáis que sigo escribiendo, ahora estoy aquí con mi lápiz y mi papel(fieles compañeros)intentando avanzar peldaños hacia mi sueño...gracias por los comentarios tan honestos y gratos:)Decidme que pensáis, que queréis que haga...algo. Podéis mirar también mi blog: http://todoloqueundiasenti.blogspot.com.es para que veáis mi manera de pensar y descubráis más sobre mí o sobre mi manera de escribir. Comentadme algo...estáis o no de acuerdo, que pensáis. Una vez más, ¡gracias, gracias y gracias!

viernes, 6 de septiembre de 2013

Una cosita más...

Gracias por todo vuestro apoyo, he pensado en actualizar algunos capítulos y lo he echo, he pensado en volver a escribirlos, luego me he dicho que es mi historia y que si a vosotros os gusta no voy a cambiarla. ¿Acaso todas las cartas de Charlie eran larguísimas? No, habrá capítulos cortos y otros más largos. Una vez más, muchísimas gracias a todos. Os quiero. Ah, y mi blog de entradas es: http://todoloqueundiasenti.blogspot.com.es/ echadle un vistazo y seguidme porfis. Una última cosa, ¿os gustaría que pusiera una barra de música para acompañar vuestra lectura con Don't let me go - Harry Styles?

jueves, 5 de septiembre de 2013

Capítulo 4:

Aquel lugar rezumaba paz y tranquilidad aunque tú fueras con miedo y prisas. La cascada era tan azul como el cielo, con destellos parecidos a las estrellas, igual que este.
El río estaba bordeado de árboles, unos más altos, otros más bajos, unos más verdes y otros menos, pero todos daban la misma paz y sensación de...como decirlo...era sentirse seguro, sentir que no te iba a pasar nada mientras estabas allí, aunque quizás estaba equivocada. Todo árboles salvo por un pequeño espacio que parecía estar echo para nosotros.

-¿Vamos a bañarnos? - me susurro Jake en el oído, cosa que hizo que la piel se me pusiera de gallina.
-Vale - por suerte Peter no estaba, ya que este hubiera dicho algo como: no, vaya a ser que os arrastre la corriente o algo así. Cosas que podrían pasar, pero el agua estaba muy calmada para eso. Había ido a por leña para encender un fuego, eso hizo que me acordara de una cosa - Jake, ¡no tenemos bañador!
-¿Quién ha dicho que necesitemos un bañador? - me dijo señalándose...en ropa interior.

Me quité todo y me quedé en braguitas y sujetador y me tiré al río, ya que al parecer Jake no había podido esperarme. El agua estaba helada, como las películas en las que los protagonistas se bañaban en hielo, así se sentía.

-¿No te puede todo esto? - le dije en un acto de desesperación después de pensar en todo lo que llevábamos arrastrando tras un par de días.
-¿El qué?¿Esta situación? Quizás la vida sean sólo eso, situaciones. Pero sean como sean hemos de afrontarlas y vivirlas - eso hizo que pensara en todo de otra manera, pero aún así...
-¿Qué hay de mis padres? Han muerto injustamente, ¿también he de aceptar eso...esa situación?
-Nadie dijo que el mundo fuera justo, pero no puedes hacer otra cosa, no puedes ir llorando por los rincones y lamentándote porque no pudiste hacer nada, tienes que honrar sus nombres. Tenemos que aprender a vivir el día a día, porque mañana todo puede ser totalmente diferente - parecía como si él creyera verdaderamente en todo eso, como si él sólo hubiera sacado esas conclusiones - la vida es como un reloj de arena - dijo mientras hacía como si sostuviera algo en su mano derecha - no podemos dejar que toda la arena se consuma sin haber echo nada...importante.
-¿Algo importante como qué? Siempre he vivido abrumada por eso de que hay que hacer algo en tu vida, de que no puedes dejar que se te escape, pero no te lo ponen nada fácil.
-No se trata de hacer algo importante para otra persona, o sí, pero es más hacerlo por ti mismo. Con ser feliz, basta. El mundo puede ser oscuro, pero siempre queda un haz de luz.

En ese justo instante, Peter volvió dando traspiés debido a un par de troncos que se le habían caído por el camino. No me dí cuenta de que Jake ya se había salido del agua, no quería problemas con Peter, y justo cuando iba a agarrarme a la hierba de los bordes del río, la corriente creció y fui arrastrada por esta, que parecía amenazar con llevarme al mismísimo mar.
Lo demás fue agua, golpes, un mareo incesante, un agudo dolor de cabeza como el aguijón de una avispa clavado en mi sien y una gran pregunta: ¿ahora qué? Pero no, todo no había acabado allí, no podía ser, no había echo nada en toda mi vida, ni siquiera ser feliz, tenía que seguir luchando. Con las pocas fuerzas que me quedaban alzé los brazos y pude salir a tomar una bocanada de aire, y divisé un gran tronco en medio del camino que iba a estrellarse contra mí si no hacía algo, así que levanté los brazos ya llenos de cortes y heridas gracias a las piedrecillas y la arena que arrastraba el río, y me agarré como pude a este mientras pensaba como iba a salir de aquella. Tenía poco campo de visión, giré el cuello, que tras un leve 'clark' que provocó un agudo grito  mío, pareció poder moverse, y ví que podía arrastrarme hacía la orilla agarrada al tronco, pero me iba a costar mucho.
Así que empezé a moverme lentamente, arrastrando los brazos por el gran tronco, arrugado y lleno de astillas que se me clavaban en las heridas de los brazos provocando alaridos salir de mi garganta. Dos arrastres más y podría llegar al borde del río. Volví a arrastrar los brazos entre gritos, la cabeza me zumbaba y el dolor de mis piernas al luchar en contra del agua ya empezaba a ser insoportable. Una vez más, y con un gran dolor de estómago y todo el cuerpo raspado por el viejo tronco, me agarré al borde con las pocas fuerzas de las que disponía y conseguí salir del río, de aquel agujero que intentaba tragarte y escupir tus huesos después de devorarte.

Pero, ¿y Jake?¿Y Peter? Pensé justo antes de caer en un profundo sueño, lleno de un torbellino de desagradables pensamientos.

Cuando desperté tenía todas y cada una de las partes de mi cuerpo entumecidas y dormidas, y las magulladuras no eran pocas. Cuando me incorporé sentí un pinchazo en la cabeza que no cesó hasta que me levanté, cosa que no fue buena idea debido a que el mareo hizo que por poco me cayera de bruces si no fuera por el árbol que tenía al lado, y todo eso sin contar que iba en ropa interior mojada y estábamos en pleno invierno. Si no moría de infección moriría de hipotermia.
Decidí adentrarme en el bosque después de beber un poco de agua de aquel maldito río que había provocado este desastre en mí. Me dispuse a caminar hacia la derecha, o eso creía ya que mi sentido de la orientación en esos momentos era nulo. Iba tambaleándome entre los árboles mientras pensaba si no habría sido mejor haberme quedado donde estaba y esperar a que Peter y Jake llegaran, pero no, tenía que luchar más. ¿Quién me diría a mí hace una semana que iba a estar andando por el bosque perdida, en ropa interior y empapada? Caminé, caminé y caminé sin encontrar señales de vida de Jake y Peter, ya que señales de vida si había encontrado, y concretamente de un par de exterminadores que tuve que evitar tras unos matorrales.
Entonces oí un par de voces acercándose y corrí hacía ellas pensando que eran Peter y Jake, pero no, no lo eran. Eran los dos mismos exterminadores de los que me había escondido hace un tiempo. Sólo que ahora los tenía enfrente mía, acompañados de dos grandes perros marrones. Decidí echar a correr hacía el otro lado cuando los dos perros me persiguieron, y justo cuando empezaba a perderlos de vista, me desmayé. Dejando mi vida en manos del destino.

Aclaraciones.

No he podido subir nada este verano porque no he tenido Internet, esta tarde subiré el Cuarto Capítulo. Gracias por esperar tanto, sois lo mejor. Realmente espero que mi sueño se haga realidad. Y un último favor, ¿podéis pasaros a echarle un vistazo a una novela de 1D de una amiga mía, Laura? http://www.wattpad.com/story/8098502-change Gracias:)

lunes, 1 de julio de 2013

Tercer capítulo.


- Rose, despierta venga.
- Voy, voy. 

Ví que Peter ya llevaba la mochila colgada y no me gustó, ¿cuándo íbamos a descansar de verdad? Llevábamos días huyendo y esto no estaba echo para mí. Tenía las piernas cansadas y los pies molidos, y todo eso sin hablar del cansancio mental, un giro de 360º en cuestión de un par de días. No sabía cuanto iba a poder seguir aguantando aquello. Y Peter no ponía las cosas nada fácil porque cada vez que le preguntaba me decía lo mismo: papá y mamá no seguían la ley, por eso los mataron. Lo que yo quería saber era que hicieron. 

- Peter, ¿ya? Joder, ¿tanta prisa hay? - dije chillando debido al cansancio y la abrumación de no saber nada.
- Rose, quédate aquí si quieres que te cojan, yo me voy. - me dijo echándome una última mirada.
- Vale, vale. Voy contigo. - le dije incorporándome para poder ver hacia donde se dirigía.
Peter empezó a andar y de repente oí un ruido en los matorrales, y no, no era producto de mi imaginación. Mis pies dieron un par de pasos para atrás irracionalmente. No sabía si correr, si gritar o si chillar. Entonces ví como una mano salía de los matorrales. Estaba completamente petrificada. Poco a poco ví como un muchacho de unos veinte años ,como Peter, salía de aquellos matorrales. Al menos no era un exterminador, pensé rápidamente.

- Hola, soy Jake -dijo acercándose a mí y tendiéndome la mano. Era guapo, muy guapo. Tenía el pelo corto y moreno, un moreno un tanto extraño, un moreno tirando más a rubio que a moreno, y unos ojos marrones preciosos. Me perdí en ellos sin acordarme de que estaba esperando una respuesta mía. Lo raro de todo eso era que acababa de salir de los matorrales en los que probablemente había pasado toda la noche espiándonos y me saludaba con tanta normalidad.
- Ho...hola - le dije titubeando - soy Rose. ¿Llevas siguiéndonos todo el camino?
- No sabía a donde ir, ¿tú no ibas acompañada? - entonces Peter gritó mi nombre seguido de un '¿dónde coño te has metido?'. 
- Estoy aquí, ya voy. Ven, te voy a presentar a Peter-dije en un susurro para que este no me oyera.
Empezé a andar delante suya, más nerviosa conforme nos acercábamos a Peter. Después de pasar los saúcos, encontramos a este, que estaba recogiendo algo del suelo.

- Peter...este es Jake-le dije cautelosa y con miedo.
- ¿Quién es Jake? -dijo sonriendo. Pero su sonrisa desapareció en el mismo instante en el que vió a Jake al lado mía - ¿tú eres el que lleva persiguiéndonos desde el principio?-soltó en un tono un tanto amenazador.
- Sí - dijo Jake - pero no sabía adonde ir y pensaba que podría acompañaros.

Peter no contestó, se acercó a mi y me agarró por el brazo para llevarme consigo. 'Peter, ¿qué haces?' se me ocurrió decir. Él no contestó, ni siquiera se resignó a mirarme o a parar. Siguió andando como si nada, siguió tirando de mí como si de un perro se tratase. Jake tampoco abrió la boca, se quedó mirando con los ojos abiertos como platos mientras yo le susurraba que perdón, que aquello no era culpa mía.

-¿Cómo que perdón Rose? ¡No te tiene que perdonar nada!-me dijo soltándome y frenando en seco.
-Pero es que...-estaba confundida. Quizás tenía razón, pero si yo fuera él tampoco me gustaría que me dejarán allí las únicas personas que pueden ayudarme.
-No os peleéis por mi culpa, yo...
-Tú nada, no vayas de buenecito que no quiere crear problemas-dijo empujándolo. 
-Eh, pero si ni siquiera me has dejado explicarte porque estoy aquí.
-Quizás no me interese, déjanos en paz-entonces me miró, me miró como nunca antes lo había echo, no entendía su razonamiento.
-Pero Peter, ¡que no ha echo nada!-grité para parar todo aquello.
-No podemos fiarnos de nadie Rose.
-Un día por favor, sólo un día. Dadme una oportunidad-dijo levantándose y limpiándose la camiseta.
-Un día, como la pifies ya te puedes olvidar de nosotros, y ahora vamos-dijo Peter en un tono frío. 

Esperé a que Peter se alejara para acercarme a Jake. Si me veía muy pegada a él, se tendría que ir por mi culpa y eso no era nada justo.

-Él es así-le dije para romper el hielo-no quieras entender lo que hace, no hay manera. Estamos solos y no puede confiar en nadie, no quiere.
-Lo entiendo, pero podría haber esperado a que le explicara porque estoy aquí.
-¿Y por qué lo estas?
-Es una larga historia, más tarde si eso-dijo rascándose la nuca para distraerme.

Decidí no preguntarle más por ahora. A mí también me costaría explicarle porque estamos aquí. 
El sol esa mañana brillaba intensamente, y ver como atravesaba las ramas de los árboles era algo hermoso, más hermoso sería si no estuviéramos en esa situación, y el bosque parecía sacado de un cuento de niños. Los sauces llorones le daban un aspecto mágico y tenebroso a la vez, con sus largas hojas que llegaban a rozar el suelo, y si agudizabas el oído se podía oír el agua de la cascada repiquetear contra las rocas como si de una suave melodía se tratase. 

-¿Cuál es el plan hoy?-le dije a Peter en cuanto lo alcancé.
-Por la noche tendríamos que haber llegado a un pequeño río con una cascada, donde te podrás lavar y eso.
-¡Bien! Oye, ¿cómo sabes que ahí hay un río?-murmuré extrañada.
-¿Te repito que mamá y papá estaban preparados para esto?
-Papá y mamá, no tú...ah, espera, que te enseñaron todo esto por si acaso.
-Me lo enseñó mamá, sí-lo dijo con amargura-ella ya sabía que esto iba a pasar.

Aquello me dejó mentalmente peor de lo que ya estaba. Era como si mi madre hubiera estado esperando su muerte todo ese tiempo. Sólo que el como sobraba. Eché la vista atrás para ver donde andaba Jake y ahí estaba. Era realmente guapo, parecía un modelo cuando se revolvía el pelo y se lo volvía a peinar, cosa que hacía continuamente. Entonces me acordé de una cosa.

-Peter, ¿por qué te has enfadado tanto si tu decías que había alguien con nosotros?-le pregunté.
-Rose, he estado ensayando el momento en el que me lo presentarías no sabes cuanto tiempo.
-¿Cómo sabías que yo iba a presentártelo? - dije totalmente extrañada.
-¿Cómo no? ¿De verdad piensas que sea quien sea iba a salir estando yo presente? No, saldría cuando la niña buena y bondadosa estuviera sola.
-Así que también ensayaste como echarle y como hacer para que se alejara de nosotros.
-Ajá, así es. Pero contigo ha sido imposible, aunque sólo va a haber que esperar un día.
-No, no sabes como se va a comportar.
-Le buscaré las cosquillas-dijo a carcajadas.
-No eres nada justo-le dije mientras le daba la espalda.


miércoles, 29 de mayo de 2013

Segundo capítulo.



-¿Cómo?¿Acabas de decir que hay alguien con nosotros?
-Sí.
-¿Y cómo estas tan tranquilo? - le dije pegándole un manotazo en el brazo. 
-...
-¿Quién está con nosotros?

De repente, oímos algo proveniente de los matorrales que habíamos dejado atrás. Empezé a andar más deprisa. Casi a correr.

-Rose, que queda mucho llano por delante jaja, da igual que corras.

Levanté el brazo energéticamente hacia él enseñándole el dedo corazón. 

-Sea lo que sea, o sea quien sea nos alcanzará tarde o temprano - dijo en tono despreocupado.
-Joder Peter, deja de asustarme - murmuré en voz baja - sigo sin entender todo esto. 
-¡¿El qué?!
-La situación. Sigo sin entender porque mataron a mamá y a papá. Y sigo sin entender porque quieren matarnos a nosotros. 
-¡Otra vez! Rose, nuestra familia intentaba no aplicar esa ley a sus vidas. Ocultados todo el tiempo. Pero eso era imposible. El abuelo intentó huir de aquí con la abuela y cuando llegaron a la base los pillaron. Pero los exterminadores no sabían que habían dejado a nos niños en casa.
-¿Por qué dejaron a papá y al tío Tom sólos en la casa?
-Porque ellos sólo querían explorar aquello y volver, pero les pillo por sorpresa. El tío Tom cuidó de papá, y cuando este pudo hacerlo sólo, el tío se escapó al Departamento Clemencia. Pero aquello no iba a durar eternamente. Y cuando tú tenías ocho años y yo doce, mataron a papá.
-¿Y mamá?
-Bueno, ella siguió el ejemplo de papá...y acabó como él. Y vienen a por nosotros porque creen que es más fácil acabar con todo esto matándonos a todos.

Me callé y seguí andando. Mucha información en muy poco tiempo. Necesitaba asimilarlo. Lo único que querían era...matarnos. Espeluznante. Realmente espeluznante.

-¿Quién nos busca?
-¿Quién iba a ser? Los exterminadores. Por lo visto la jefa lleva esta misión, somos...importantes.
-Si para ser importante tengo que correr el riesgo de que me maten, prefiero no serlo. ¿Cómo se llama la jefa?
-Por lo que he oído, Clarisse - sí, me sonaba ese nombre.
-¿Estarán cerca?
-Probablemente registrando el coche. 

Eché la vista atrás, quedaba un cuarto de llano por recorrer para llegar al bosque. Hacía mucho sol. Aquello era agotador. Desde ahí, el coche se veía minúsculo, pero apuesto a que se nos podría ver desde allí.

-Rose, ¡no te pares! Está anocheciendo y tenemos que llegar al bosque antes.
-¿Sabes que desde el coche se nos ve?
-No nos alcanzarían. Y de todas formas no se pararán ni a mirar para acá.
-¿Por? - pregunté extrañada.
-Ellos usan helicópteros y creerán que no nos expondríamos a ese riesgo. 
-¡Bien! Vamos buscando nuestra propia muerte. Es...maravilloso.
-Que ya estamos llegando p, deja de quejarte - me dijo mientras echaba a correr.

Empezé a correr detrás de él. Ví como él sonreía. Después de todo, sonreía. Y sonreí yo. Por primera vez después de mucho sonreí de verdad. Y me sentí bien. Entonces, adelanté a Peter. Él era fuerte, pero yo le ganaba en las carreras.
- ¡Vale! ¡Vale! - exclamó apoyándose en sus rodillas para coger aire - ya puedes parar.
-Ah jaja. Ahora que el señorito se cansa hay que parar.
-Mira - dijo recuperando el aliento - ya estamos llegando. 

Dirigí mi mirada al frente y me día cuenta de que nos quedaba poco para llegar al bosque, unos escasos veinte pasos. Después de correr y andar, entramos en el bosque. Es de un verde oscuro y estaba lleno de altos árboles que no te dejaban ver más allá y de matorrales, apenas quedaba espacio para andar. Se oían sonidos de animales retumbar en los troncos de los árboles.

-Venga Rose, no te tumbes - me dijo tendiéndome la mano .
-¿Otra vez?
-Mira - dijo señalando unos matorrales que nos pillaban a diez pasos - llegamos ahí y ya esté. Ahí pasaremos la noche.
-Vaaaaaaale.

El bosque eres precioso y que a medida que avanzabas había más y más árboles. Más y más verde. Por fin llegamos. Me tumbé en suelo. Cansada y cogiendo aire.

-Me duelen los pies - le dije quitándome los zapatos.
-Creo que la vez que Pet se escapó corrimos más, jaja.
-¡Sí! Jajaja.

Nos miramos y empezamos un mar de carcajadas. Exageramos. Mucho. Pero, lo necesitábamos. 
Pet fue nuestro caballo. Era negro azabache, como una noche sin estrellas. Era realmente hermoso. Un día se escapó y Peter y yo fuimos detrás de él. Corrimos como nunca antes lo habíamos echo. Pet murió dos años después a causa de la edad. Cada vez que necesitábamos reír recordábamos aquel día. Así que sabía porque Peter lo había echo, él, en el fondo, también lo estaba pasando mal, y tenía miedo. Quizás tanto como yo.

-Rose, come algo y duérmete. Mañana andamos también.
-Vale.

Comimos y nos dispusimos a dormir. Pero...ya no nos acordábamos de que alguien venía con nosotros

Personajes.

Personad por tardar en subir el segundo capítulo, ya esta casi acabado. Pero os dejo aquí los personajes que añadiré al final del libro cuando este esté acabado:)

Personajes de 'Huida':

Rose Venneck - pelo moreno y ojos verdes. Alta y delgada. Inteligente, valiente, sensible y guapa. 16 años.

Peter Venneck - hermano de Rose. Pelo moreno con destellos rubios y ojos verdes. Alto y delgado. Protector, valiente, mal hablado, musculoso y bastante guapo. 20 años.

Gerard Venneck - padre de Peter y Rose. Ojos verdes y pelo moreno. Se caracteriza por ser buena persona. Asesinado con 40 años.

Rose Everdeen - madre de Peter y Rose y mujer de Gerard. Rubia de ojos verdes. Guapa, buena persona y responsable. Asesinada con 42 años.

Jake Larmstrong - pelo corto y moreno tirando a rubio. Musculoso y de ojos marrones. Valiente, fuerte y listo. 20 años.

Clarisse Rutterphor - oficial de los exterminadores. Baja, pelirroja y delgada. Convincente y valiente. No le tiene miedo a nada.

Departamentos de Rutherffor:

Departamento Cruento( ley: 'Cualquier ser viviente que se interponga en su camino deberá ser asesinado por usted mismo')
Departamento Clemencia(ley: 'Perdone, perdone y perdone. Ahí encontrarás su propio perdón.')
Departamento Auxilio(ley: 'Si usted puede ayudar, hágalo')
Departamento Adán(ley: 'Cuanto más mal haga, mayor será su recompensa.'

lunes, 27 de mayo de 2013

Primer capítulo.


Estuve todo el camino en coche mirando por la ventanilla, viendo las gotas resbalarse por el cristal. Hacía frío. Mucho frío. Y no sabíamos adonde ir. Estábamos solos. Y perdidos.

-Peter, ¿por qué no paramos ya? - dije frotándome los brazos para entrar en calor.
-Sí, y que nos alcancen de paso.
-Pero, nos hemos alejado bastante, hace frío, tengo hambre, ¡no sabemos hacia donde ir!
-Rose, ¡cállate ya! Joder. 

Las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos. Otra vez. Me acurruqué y cerré los ojos. Cuando volví a abrirlos habíamos parado.

-¿Dónde estamos?
-Baja, vamos a pasar la noche aquí - dijo mientras sacaba unas bolsas del coche.

Bajé y contemple aquello, no era nada más que un llano verde con matorrales a las afueras del departamento. Sí, todo el país se dividía en departamentos. Y a cada uno se le aplicaba una ley. Nuestra ley era: 'Cualquier ser viviente que se interponga en su camino deberá ser asesinado por usted mismo'. Había otros departamentos con leyes pacíficas, pero ese no era nuestro caso. Nunca entendí porque aplicaban leyes como aquella. Cuyo significado era: si quieres conseguir algo, y hay alguien que se interpone en tu camino para hacerlo, mátalo y sigue con lo tuyo. Muy frío. Muy brutal. Inhumano. Cruento. Y otros miles adjetivos que podría decir.  De hecho, nuestro departamento era: Departamento Cruento.
Mi familia y yo nos manteníamos al margen de esta ley. Pasábamos desapercibidos, pero no del todo. Era imposible. Y por esa razón me quedaba sólo mi hermano. 

-Rose, ayúdame, ¿quieres? - dijo señalando una manta.
-¿Has traído todo esto? - dije extendiendo la manta en el suelo. 
-No, esto siempre ha estado en el maletero. Para situaciones como estas. 
-¿Papá y mamá siempre han pensando que esto podría pasar? - murmuré mientras acababa de colocar las mantas. 
-Y tanto. Ven. Abre la mochila y coge algo de comer. 
-Vale.
-Tráeme algo.
-Sí.

Mmm...chocolatinas.

-Toma - dije lanzándole una a la vez que me senté en la manta - ¿y que vamos a hacer ahora?
-Papá tenía familia en el Departamento Clemencia.
-Pero, si no se puede salir de los departamentos en los que naces, ¿cómo es que tiene familia en otro departamento?
-Porque toda nuestra familia vive al margen de las leyes y los departamentos. 
-¿Y tenemos que salir del nuestro...no?
-Sí, y nos llevará un tiempo.
-¿Y si nos pillan?
-Jaja, más nos vale que no lo hagan.

Eché la cabeza atrás e intenté dormir. Me costó. La muerte de mi madre. Su cadáver lleno de sangre en el suelo. Sólo tenía a mi hermano. Teníamos que escapar del departamento. Nos podían coger. Y como esas muchas más. Yo no conseguía coger el sueño. Me puse boca arriba y contemplé las estrellas. Brillaban más que nunca. Era una pena que estuviéramos en aquella situación. Peter llevaba dormido un buen rato. Tenía muchísima suerte de tener a un hermano como él. Conseguí dormirme a la media hora.

-Rose, Rose. Arriba - dijo Peter meneándome el brazo.
-Pero Peter, si no ha salido el sol - dije incorporándome.
-Shh, calla. ¿No oyes eso? - dijo avanzando entre los matorrales - ven.

Le seguí y nos quedamos escondidos. No se veía nada, sólo se notaba la ligera brisa de los pinos y la fragancia de la noche. Pero de repente,  oímos unos pasos. Un crujir de las hojas del suelo. Peter me tapó la boca con la mano y me arrastró hacia atrás. Seguíamos sin ver nada. 

-Rose, deja de agarrarme el brazo. 
-¡No te he agarrado el brazo!
-Pues no me lo roces entonces joder, me asustas.
 -¡No te he tocado el brazo!

Después de eso Peter se calló. Mi miedo iba creciendo. El ruido del crujir de las hojas se iba alejando. Me encontraba perdida. Y no se veía nada. Absolutamente nada.

-Rose - oí que alguien susurraba en mi oído.
-¡Ah! - un grito ahogado salió de mi boca seguido de un salto.
-Calla idiota, soy yo.
-¡No me asustes!
-Jajajajaja.
-Sí, esto es muy gracioso.
-Sólo te he llamado. Siéntate anda.

Me senté con sumo cuidado palpando el suelo con las manos. Ni siquiera podía apreciar el contorno de mis dedos. No veía nada.

-Rose, descansa.

Unas manos agarraban a Peter y lo alejaban de mí. Pero yo no veía nada. No podía. No sabía hacia donde ir y no podía hacer nada. Chillaba. Gritaba. Todo eso sin obtener respuesta. Sólo oía algunas carcajadas alrededor mía. Desperté empapada en sudor. Y con mucho miedo.

-Peter, ¿estas ahí? - dije preocupada, quizás eso no había sido un sueño.

Uno, dos, tres segundos. Nada.

-¿Peter?
-Sh, calla. Estoy aquí.
-¿Por qué no respondías?
-No te oía, estaba preparando las cosas. Nos vamos.

Cuando salí de los matorrales intenté peinarme con los dedos en un intento fallido. Observe que ya se veía con claridad. Con la claridad para cerciorarse de si había alguien cerca tuya.

-¿Tenemos que andar todo eso? - dije señalando el gran llano verde, seco y en el cual iba a dar el sol pasado el tiempo.
-Eso y más. Mucho más. Vamos.

Empezamos a andar. Mis pasos eran cortos e indecisos. Y andaba mareada por la falta de
sueño. Creo que ni siquiera él sabía hacia donde nos dirigíamos.

-¿Dónde vamos?
-Tenemos que andar mucho. Unos 22 kms diría yo.
-¿Y cómo vamos a salir del departamento?
-Hay que pasar desapercibidos por la base. Ya que si salimos por el bosque nos pillaran. Esta muy controlado.
-Pero la base está lejos...y nos cogen con más facilidad.
-No, podemos camuflarnos. Ya sabes, coger un uniforme de los suyos y hacernos pasar por exterminadores. Como en las películas.
-Esto no es una película. Y no nos tomarán por exterminadores - los exterminadores  eran como los policías - ¿no tienes miedo?
-¿De qué? - dijo separando los brazos de su cuerpo.
-De que nos cojan, de quedarte...sólo - dije titubeando.
-Nadie se quedará sólo. Es más, no estamos solos ahora mismo.