miércoles, 29 de octubre de 2014

SORTEO 'NEVER BE HOPELESS'


https://www.youtube.com/watch?v=lX55oWEeMgI

OS DEJO EL ENLACE AL VÍDEO DEL CANAL 'NEVER BE HOPELESS' EN EL QUE HACEN UN CONCURSO POR LOS MÁS DE 10000 SUSCRIPTORES.
DESDE AQUÍ LES ENVÍO UN FUERTE ABRAZO Y OS PIDO QUE PARTICIPEIS Y QUE POR SUPUESTO VEAIS SUS VIDEOS :))))

domingo, 2 de febrero de 2014

Capítulo 5:

Lo último que recordaba era un dolor agudo posterior a un golpe sordo en mi cabeza contra lo que probablemente sería el capó de un coche, después todo fue oscuridad.
Cuando abrí los ojos todo se movía y lo primero que vi fue un suelo de tierra y piedras que repiqueteaban contra unos neumáticos del camión en el que yo estaba montada. Era un compartimento cubierto para el conductor y el copiloto y un maletero descubierto en el cual estaba yo.
No sabía como ni quién me había metido allí, pero podía imaginarlo...Tenía que salir de allí cuanto antes, pero mis párpados seguían siendo pesados. Cada vez que los cerraba un dolor agudo se pronunciaba en mi sien y me sumía en la oscuridad, pero no...Tenía que huir, aunque fuera lo último que hiciera.
Me puse de rodillas y me incliné mirando hacia fuera, podía saltar sin hacerme apenas daño. Ese 'apenas' se podía utilizar en esas situaciones ya que seguro que el golpe de la caída no sería proporcional al dolor que sentía ahora mismo por todo el cuerpo, exceptuando mis pies, los cuáles estaban dormidos (no sabía si esto era una ventaja o una desventaja).
No había tiempo de más así que me apoyé en el borde y saqué todo mi cuerpo, una vez apoyada en este, salté.

Seguro que no había peor forma de tirarse de un camión en marcha. Había caído de pie, lo que había provocado un gran dolor en mis tobillos, y el impacto contra el suelo hizo que mis pies se tambalearan y cayeran, haciendo que yo cayera con ellos. Para luego acabar rodando, lo que hizo que mis costados se estremecieran debido a las magulladuras que las piedras hacían en ellos. No estaba segura de que los costados pudieran estremecerse, pero en ese caso hicieron una excepción.
Gracias a lo rápido que el camión iba, no me oyeron...Pero no tardarían en darse cuenta de que allí faltaba algo, una de las dos personas de una familia que les había contradecido en la ley de su departamento. No podría ser tan fácil.

Tenía que levantarme, tenía que andar, tenía que seguir, mi mente en esos momentos era un torbellino. Como cuando escuchas una canción que nunca habías escuchado y empiezas a ver imágenes en tu mente, pasando borrosas y disipadas, marchitas por el paso del tiempo, y de repente, asocias un sentimiento a esa canción y te das cuenta de que sí, de que ya la habías escuchado. Si a eso le sumaba el impedimento de caminar a causa de mis tobillos, todo empeoraba.
Cerraba los ojos una y otra vez mientras me retorcía por el suelo. ¿Se puede saber qué haces, Rose?, eso era lo único que me repetía, ¿vas a echar a perder todo el esfuerzo de tus padres?

–¿Estás bien? – una voz me repetía la misma pregunta una y otra vez mientras me zarandeaban de los hombros. Yo no sabía...No podía responder. Mi voz no articulaba sonido. Me sentía inútil, sentía y escuchaba pero hasta ahí llegaban mis posibilidades.

Cuando abrí los ojos lo primero que vi fueron árboles, las copas de los árboles. ¿Y Peter? ¿Y...Jake?

–¡Rose!–alguien gritó mi nombre pero no estaba en mi campo de visión–¡Rose!– era Jake, ¡al fin! El pelo le había crecido en estos tres días, le llegaba casi por los hombros y le brillaba más que nunca. Su gesto parecía cansado, pero también feliz.
–Hola, Jake–murmuré mientras intentaba incorporarme.
–No, no hagas esfuerzos–me dijo–¿sabes? Lo hemos pasado mal, ha sido una locura…podrías haber tenido más cuidado–dijo tocándose el pelo en un gesto de desesperanza.
Ese comentario me dejó helada, jamás imaginé a Jake de esa manera, pero no tenía fuerza para empezar una discusión, de todas formas me negaba a que Jake pensara así.
–¿Cómo? Jake, no te entiendo–le dije titubeando–¿crees que yo he elegido esto? ¿Crees que yo quería que esto pasara? Mi vida estaba bien tal y como estaba antes, no necesitaba que mi madre muriera, ¡no necesitaba conocerte!
–¿Enserio tu vida estaba bien como estaba antes? ¿Con tu familia machacada por el gobierno de tu departamento? Podrías haber tenido más cuidado.
–Jake, lo que pasó no lo hice queriendo.
–¡Rose, por fin!–era Peter, que se abalanzaba hacia mi emocionado.
–¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?
–Dos días, pero nos hemos alejado de los caminos, ven, tienes que comer.

El sonido del chisporrotear del fuego, la madera consumida por este y el agradable y cálido olor a ceniza hacían que mi sensación de sueño fuera aumentando. Llevaba tanto sin comer que creía que la sensación de estómago lleno no iba a volver a invadirme.
–Oye, Rose, ¿te pasa algo con Jake?–dijo acercándose para que este no nos oyera.
–No, no es nada...–no sabía si debía contarle lo que había pasado a Peter o no. No quería que mi hermano hiciera que este tuviera que irse–verás, antes estaba frustrado y me ha dicho que debería de haber tenido más cuidado, la verdad es que no me ha sentado muy bien.
–Habla con él porque no parece muy animado.

No sabía como empezar aquella conversación. No era de esas personas que sabían llevar las riendas.
–Jake, ¿por qué te has puesto así antes?–le dije casi murmurando, esperando que no hubiera escuchado mi pregunta.
–Ya te lo dije, tenías que haber tenido más cuidado.
–Jake, ¿por qué dices eso? No quiero enfadarme contigo otra vez, no hagas que pase.
–Si te hubiera pasado algo esto no seguiría igual, Peter hubiera...
–¡Deja de decidir por los demás!-gritó.
–¿Es que no lo entiendes? ¿No entiendes por qué digo esto? ¿De verdad no entiendes nada?–dijo desesperado.
–Jake, no entiendo nada, ¿quieres decir que todo esto ha pasado por algún motivo? ¿por qué nadie me cuenta nada? ¿sabéis? Sé que vosotros sabéis todo sobre este asunto, y yo no sé casi nada. No sé que hacían mis padres para burlar la ley, no sé quiénes son los familiares a los que vamos a ver, ni siquiera sé quién eres tú...¡y nadie me cuenta nada!–dije gritando a pleno pulmón.
–Rose, deja de chillar–dijo Peter acercándose.
–Peter, ¿qué es lo que hacían papá y mamá para burlar la ley? ¿quién es la familia a la que vamos a ver?–dije agitando los brazos–no sé nada de este asunto.
–Rose, no debes saberlo–me agarró del brazo y me alejó de Jake–Rose, Jake no es trigo limpio y si te lo cuento todo puede que tú se lo cuentes a él, ¿lo entiendes?
–¿Cómo sabes que él no es trigo limpio? Ah, espera, eso tampoco me lo puedes contar.
–Rose, confia en mi.

De verdad que no sabía de que hablaba Jake, no entendía que quería decir. No entiendo por qué le costaba tanto decirme qué le pasaba. Después de estar casi una semana sin saber nada de Jake que me dijera cosas así no me sentaba nada bien. Ahora las cosas estaban aún peor si podían estarlo. Al haberle preguntado a Peter, lo único que tenía eran más y más dudas.

–Rose, descansa.
–Peter, hay que alejarse de aquí. Es imposible que después de saber que me he fugado lo dejen todo como si nada. Estarán buscándonos más que nunca.
–Rose, tengo que contarte algo.